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Durante la tormenta…

“No combatas la tormenta. Solo atraviésala”. Anxo Pérez



 

Aunque no lo creas estás a punto de vivir el momento, tiempo o temporada en donde conocerás tu valentía, y te digo esto, no porque tú sepas lo valiente que eres, sino porque cuando más llenos de temor estamos es cuando se han hecho los actos más heroicos en la historia. En otras palabras... El temor anticipa a la valentía, si así no fuera nadie admiraría a las personas que normalmente llamamos “Valientes”.


Héroes de Guerra, deportistas extremos, héroes y heroínas de la historia que fueron valientes arriesgando sus vidas por sus ideales. ¡Que valientes fueron!, pero también, sin ir más lejos o más atrás, basta solo con mirar a nuestro lado y ver a la persona que saca adelante a sus hijos sola, la persona que enfrenta y pelea por su vida ante una enfermedad, aquel que quedó sin nada y empezando de ceros se levantó, aquella persona que fue maltratada, abusada y enfrentó sus dolores y se está sanando, etc., podría enumerar muchos ejemplos más en donde nos daríamos cuenta que a veces creemos que las personas más valientes sólo existieron en los libros de historia, y no nos damos cuenta que estamos rodeados de seres valientes; es más, no reconocemos que cada vez que en la vida hemos caído y nos hemos levantado ha sido gracias al temor que sentimos y que anticipó nuestro acto o decisión más valiente y que por lo tanto, estamos en esa lista y merecemos llevar ese nombre.


Tal vez no estamos en ningún libro de historia, pero nuestra historia tiene un protagonista y ese protagonista somos nosotros mismos y nuestros logros, fracasos, aciertos, desaciertos y demás, harán parte de la historia valiente de nuestra vida y por supuesto de nuestras generaciones.


Hemos hablado de la actitud (adaptarnos) que tomaremos frente al cambio o giro que está dando nuestra vida, también tomamos la decisión de soltarnos en los brazos de Dios pues sin duda, Él tiene un mejor panorama de lo que es mejor para nuestra vida.


Ahora viene el día a día, la mañana que no es fácil de asumir porque ahora te levantas en un nuevo lugar, o porque ya no tienes al lado a quienes solías tener, o porque no tienes a donde ir a trabajar, o porque te sientes enfermo y débil, extrañas, lamentas, lloras, reniegas y sencillamente no es fácil. Logras pasar el día y llega la noche en donde supuestamente deberías descansar pero es difícil hacerlo cuando tu mente no para de pensar, entonces básicamente sientes que estás en medio de una tormenta, una tormenta que amenaza con acabar con tu vida, con hundir tu barco, con terminar de acabar con las pocas fuerzas que te quedan; de este modo y por todo lo anteriormente mencionado, es momento de tomar decisiones!


Yo no te voy a hablar de cómo terminar la tormenta porque creo que ninguno tenemos la capacidad de hacerlo, pero recuerda que sí puedes ir a los brazos del único que sí tiene la potestad de hacerlo y decirle al viento y a las olas, “Deténganse ahora” .


De lo que sí te voy a hablar o de lo que hoy te quiero compartir es sobre las decisiones que podemos tomar mientras estamos en medio de esa tormenta, porque ya está claro que no la podemos acabar. Ten la seguridad de que terminará (ninguna tormenta es para siempre) pero hoy necesitamos asegurarnos de que vamos a poder sobrevivir a ella.


Yo, aparte de decidir adaptarme a mi cambio, tomar la decisión más importante y trascendental de soltarme en los brazos de Dios, cuando empezó la tormenta, tomé 4 decisiones más que me ayudaron a finalmente llegar a tierra firme y hoy con toda mi alma acá se las quiero compartir, acá vamos…


1) Mantén la Calma


Cuando una persona se está ahogando en el agua, por lo general comienza a mover sus brazos y todo su cuerpo descontroladamente, con el fin de no hundirse y pedir ayuda, cuando hace esto solo logra cansarse más rápido, no poder ver a su alrededor y por lo tanto agotar sus posibilidades más pronto de lo esperado. En estos casos y en general en todos los escenarios de emergencia como terremotos, inundaciones, incendios, entre otros; SIEMPRE la primera indicación y recomendación es:


“Por favor mantenga la calma”


Solo se cuenta con algunos segundos o quizás minutos para poder pensar, analizar rápidamente y tomar decisiones, pero si empezamos a correr sin saber a donde, a gritar sin razón, a cerrar los ojos para mejor no ver y entramos en pánico, es ahí cuando NO tomamos buenas decisiones o sencillamente no hacemos nada.


Lo mismo pasa en las situaciones de nuestra vida, en la tormenta, nuestro primer instinto será angustiarnos, desesperarnos y entrar en pánico, pero necesitamos mantener la calma, la calma que nos permitirá pensar, levantar nuestra mirada, buscar soluciones, dirección, ayuda y recursos.


¿Saben Algo? Yo he leído historias de personas que han muerto ahogadas en aguas poco profundas, porque se desesperaron, se angustiaron y por eso nunca pudieron ver y analizar que lo único que tenían que hacer era ponerse de pie; o personas que murieron junto al extintor con el que hubieran podido apagar el incendio.


Definitivamente la calma traerá claridad a tu vida, por eso en medio de tu tormenta cálmate, para que puedas analizar tu situación: ¿En dónde estás?, ¿Con qué cuentas?, ¿Con quiénes cuentas?, ¿A dónde puedes ir?, ¿Qué necesitas?, ¿Cuánto tiempo puedes permanecer en donde estás?.


¡La calma te permitirá tomar buenas decisiones!


2) Suelta lo que te ata


Necesitamos atravesar la tormenta. Hay diferentes maneras de sobrepasar una tormenta, todo depende del tipo de barco, del lugar en donde se encuentre, del tipo de tormenta etc., pero lo que sí es cierto es que hay algo en común en todas las técnicas y es que todas implican moverse, avanzar, ya sea con la potencia más fuerte del barco, ya sea a una velocidad media utilizando el impulso del oleaje o también manteniendo una velocidad constante y sin frenos. Aparte de esto, todas tienen un objetivo claro y es evitar a toda costa romper contra las olas, pues eso es lo que hace que muchos barcos no logren salvarse.


En nuestra vida en medio del cambio, de la tragedia o de la situación necesitamos movernos, al ritmo de cada uno, pero movernos. Sin embargo, a veces nos cuesta mucho movernos porque nos cuesta soltar situaciones, personas, recuerdos, sentimientos, ilusiones, obsesiones o decisiones que no nos dejan avanzar. Eso sí, queremos que la tormenta termine, pero no queremos movernos del punto en el que estamos.


En ocasiones nos quedamos peleando con las olas, añorando el puerto que dejamos atrás, renegando el por qué estamos ahí, ¿pero saben algo? Yo descubrí que tarde o temprano la tormenta nos ayudará a tomar la decisión de soltar lo que no nos deja avanzar, porque llega un punto en que no hay más alternativa y en el que finalmente entendemos que no podemos pelear con la tormenta sino que tenemos que atravesarla.


En medio de mi tormenta aprendí que cuando pasamos por un cambio que no compromete directamente nuestra salud o nuestra integridad física y por lo tanto no tenemos la premura del tiempo en contra nuestra por el afán de evitar que una enfermedad nos arrebate la vida, entonces no le damos la misma importancia a nuestras decisiones, no le damos la misma importancia a nuestro bienestar emocional y esto hace que duremos ahí más tiempo del que verdaderamente quisiéramos estar.


Hoy solo quiero invitarte a que pienses si ¿has estado peleando con la tormenta? o ¿has estado intentando atravesarla?, si has estado peleando, no pelees más y si quieres atravesarla, suelta todo lo que sabes que te tiene atado y avanza; pásala, que una vez decidas esto, llegarás a aguas más tranquilas o a un puerto seguro.


3) Anticípate a lo que viene


Algo que traen los cambios y que no es fácil de vivir es precisamente el día a día después del suceso que le dio el giro a nuestra vida. El tiempo va pasando y aunque tal vez no tenemos claro nuestro futuro ni cuánto tiempo más durará la tormenta, hay cosas que si podemos prever.

Los navegantes expertos hoy en día cuentan con muchos recursos que les permiten conocer el estado del clima, buscar las mejores rutas, la tierra firme más cercana y así poder guiar sus barcos hacia el mejor lugar.


En nuestra tormenta, nosotros también debemos buscar esos recursos, ir un poco más allá y pensar en lo que viene y de esta manera ayudarnos.


Algo que pasa mucho cuando está a punto de terminar un año, es que por lo general evaluamos lo que pasó durante el año, lo que logramos, lo que no, pero sobre todo si tuvimos un gran cambio o lo estamos atravesando y muchas cosas cambiaron a nuestro alrededor, nos sentimos muy desubicados y es imposible no pensar en: ¿Cómo nos cambio la vida en ese año? Sé que puedes pensar que nunca te imaginaste estar terminando el año pasando por esta situación; vienen fechas importantes que habías soñado vivir de otra manera, pero resulta que ahora todo cambió, pues no estás con quien creías que ibas a estar, tus condiciones cambiaron, tus recursos económicos no son los mismos, estás enfermo(a), etc.


Yo sé que la mayoría de cambios no los podemos anticipar, pero una vez llega el cambio si podemos prepararnos y anticiparnos para lo que viene, para que los eventos no sean olas que choquen contra nosotros. Te daré un ejemplo:


Viene el fin de año, reuniones en familia, recibir el nuevo año, llegarán también cumpleaños, aniversarios, etc., la vida sigue pero tu mundo giró y te aseguro que desde ya te sientes mal pensando en todo esto, ¿Cómo voy a vivir ahora estos momentos?


Bien, a todo esto es a lo que quiero invitarte a que te anticipes, no te estoy diciendo que será fácil vivirlo, pero te estoy diciendo que tú puedes ayudarte a que no sea peor de lo que te imaginas, a que no sean momentos que te lleven a una gran depresión cuando pudiste haber hecho algo. Estos son los momentos de buscar ayuda con las personas con las que cuentas, a que no permitas que una noche buena te sorprenda llorando toda una noche en una cama, lamentándote por lo que pasó, Noooo por favor toma fuerzas, planea esos eventos o fechas que tú sabes que no serán fáciles de vivir e intenta:


Primero, no pasarlos en soledad y segundo no improvises, sé intencional y haz que lo que prometía ser el peor fin de año, o el peor cumpleaños de tu vida, se conviertan en momentos en donde puedas reír, en donde puedas sentir un abrazo, compartir una cena y estar con las personas que te abrieron sus brazos para sostenerte en medio de tu tormenta.


No permitas que lo que sabes que viene te hunda, adelántate y así no dejaran de ser unas olas más que hayan intentado hundir tu barco.


4) Abraza la Vida


Que bueno sería saber cuándo terminará nuestra tormenta, siempre escuchamos las frases bonitas que dicen que “el sol saldrá otra vez”, que “pronto veremos la luz”, “que la lluvia cesará” , pero que difícil es creer esto cuando una tormenta es larga y además pareciera interminable.

Hay un momento en medio de la tormenta cuando perdemos la esperanza y el problema de esto es que como dice Kristy Motta en su libro Valientes:


“…porque al soltar la esperanza, abrazamos la desgracia y así seremos llevados a morir a la deriva, sin propósito ni trascendencia”


Por favor no sueltes la esperanza durante la tormenta, es cierto que no sabemos cuándo terminará, pero también es cierto que no durará para siempre!.


La tormenta agota, cansa, frustra, pero tu barco te necesita con vida para poder atravesarla, por eso es necesario que abraces la vida, no te rindas, yo sé que no es fácil, pero de esta decisión dependerá que llegues de nuevo a un puerto y puedas contar todo lo que la tormenta te enseñó.

No llegarás igual, sin duda alguna, te quedarán marcas, secuelas, heridas, pero sobre todas las cosas te quedarán los mejores aprendizajes de toda tu vida. Estoy segura de poder decirte que la persona que inicialmente subió a ese barco no será la misma que se baje, estoy segura de poder decirte que todo lo que pase durante la tormenta lo podrás sanar y contar, pero para eso necesitas estar vivo.


Así que, por todo lo anterior, ABRAZA LA ESPERANZA, ABRAZA LA VIDA! Síííí hoy, durante tu tormenta, cuando el viento esté más fuerte, cuando las olas estén más altas, levanta tu mirada y recuerda que no vas sola(o) y que frente a una tormenta no vale la pena gastar tus fuerzas combatiéndola sino atravesándola!!

Desde mi Alma hacia la Tuya

Adry

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