“Aprendí que la valentía no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre el miedo. El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo”
Nelson Mandela
Temor, he conocido tu origen, te he mirado cara a cara, he tomado la decisión de quererte fuera de mi vida; me lancé a vencerte, a enfrentarte y por si acaso ha quedado alguna duda de lo maravilloso que ha sido vivir sin ti, hoy quiero hablar de todo lo que he visto, aprendido y encontrado en mi camino una vez decidí que no te quería en mi vida.
Estamos finalizando el tercer mes de este nuevo año 2020 y nos encontramos enfrentando una pandemia que amenaza con acabar con nuestras vidas, pareciera mentira, teníamos otros planes para esta época, teníamos expectativas muy diferentes, pero la realidad es que está pasando algo en el mundo entero que no podemos desconocer, algo que no solo se está llevando vidas, sino que está teniendo un impacto en todos los aspectos de la vida humana.
En estos momentos es muy fácil sentir la fragilidad de la vida, la impotencia de no poder cambiar las cosas y sobre todo la vulnerabilidad de sentir temor, miedo por lo que pasará. Hoy una vez más, como muchas otras veces en nuestra vida estamos parados frente al temor que no nos deja ver con claridad, el temor que opaca nuestra esperanza y que en varias ocasiones nos hace creer que no hay nada más, que hasta aquí llegamos. ¿Y si perdemos el trabajo?, ¿si los negocios no mejoran?, ¿Si hay una crisis mundial?, ¿Si escasea la comida?, ¿Si no puedo pagar mis obligaciones?, ¿Si me enfermo?, ¿Si se enferma alguien a quien amo?, en fin…
Hoy un virus ha creado una atmósfera de temor, de temor por el mañana, pero pareciera que aún no entendiéramos que así no existiera ese virus o cualquier otra amenaza, lo único que tenemos es el hoy. Ninguno sabe si mañana estaremos con vida, por esta razón es que no vale la pena vivir nuestro día a día llenos de temor.
En el post anterior “TEMOR FUERA DE MI VIDA” les conté cómo literalmente había logrado sacar al temor de mi vida lanzándome a conocer nuevos caminos, lanzándome a volar, a abrir mis alas y llegar a lugares a los que nunca pensé llegar a nivel personal.
Vencer al temor es todo un reto, es una decisión trascendental, una decisión que valdrá la pena y por la cual agradecerás haber tomado todos los días de tu vida. Si has leído mis posts anteriores sabrás que me he referido al temor como ese muro que se interpone entre nuestra rutina o zona de confort y nuestros mas profundos deseos y sueños, el temor es ese muro que nos ha hecho frenar una y otra vez porque lo vemos irrompible, imposible de escalar y mucho menos de derribar; es ese muro que nos impide ver y saber qué hay del otro lado. Yo estoy segura que si en alguna ocasión tú te has atrevido a romperlo o escalarlo, entonces has podido ver que al otro lado no es que sea todo más fácil, pero lo que sí es cierto es que te sorprenderás de todo lo que verás.
Yo hoy te voy a contar lo que descubrí al otro lado de mis muros, de mis temores y por lo que sin pensarlo dos veces, los volvería a cruzar, a romper, a saltar, pues la realidad es que no existe otra manera de ver lo que hay al otro lado del muro, si nunca lo derribamos.
Comencemos entonces…
1. Valentía
No hay un momento en el que te sientas más valiente que cuando decides enfrentar un temor.
Pareciera que debería ser al contrario y que para enfrentar un temor tuvieras que ser valiente, pero No, así no funciona. Precisamente ese fue mi error y el que muchos cometemos por años, esperar a sentirnos valientes o capaces de hacerlo para ahí si enfrentarlo, y entonces como nunca logramos sentirnos así, pues por eso no pasa nada. Yo creo que no hay manera de prepararnos para ser valientes, es más, son los acontecimientos, las vivencias, las experiencias, las pruebas, las crisis, las heridas, lo que nos lleva a descubrir nuestra increíble valentía.
Si a mí me hubieran preguntado si era capaz de empezar de nuevo mi vida con dos hijos en otro país hubiera contestado con un rotundo “NO”. Cuando me preguntaban si era capaz de lanzarme en paracaídas no me tomaba mas de medio segundo en decir de nuevo “NO”, porque según lo que el temor me había hecho creer “yo jamás sería capaz de hacer algo así en mi vida”, no me consideraba lo suficientemente valiente…pero he aquí lo que hacen las decisiones:
“La valentía no antecede al temor, el temor es la antesala de los actos más valientes que haremos en nuestra vida!”
Ya llevo 3 años desde aquella decisión, ya salté de un avión en paracaídas y solo puedo decirles que: se siente muy bien!
Dime qué te ha dicho el temor que no puedes hacer y te diré el acto más valiente que harás!.
2. Nuevos caminos
¿Qué otros caminos podríamos ver cuando frente a nosotros solo hay un muro?
Solo basta con cruzarlo para ver el abanico de posibilidades que se abre frente a tus ojos, es como si llevaras toda una vida viviendo en un pequeño pueblito, con las mismas costumbres y recursos limitados, pero de repente te dieras cuenta que lo único que te apartaba de toda una civilización era un simple muro.
Por supuesto que ver esto amedrenta, es un mundo desconocido, que anhelabas ver, pero al fin y al cabo desconocido, pero ¿sabes algo? una vez tú cruzas ese muro entiendes que fuiste capaz de eso y que por lo tanto serás capaz de mucho más.
Estos nuevos caminos significan que hay mucho más que puedes hacer, esto básicamente es lo que siente una persona cuando decide emprender, cuando quizás llevaba 20 años siendo empleado y un día pierde su trabajo. Esa persona cree que no hay más opciones, solo ve el muro, de repente empieza a explorar posibilidades y piensa:
“¿Y si comienzo un negocio mío?, ¿Y si le creo a mis ideas? “
Pero de nuevo aparece el muro: “¿Y si fracasas?, ¿Y si tus ideas no son buenas?”
Sin embargo toma la decisión de romperlo y se responde a sí mismo:
“Y si fracaso, pues aprendo!”
“¿Y si mis ideas si son buenas?”
“¿Y si me surgen nuevas ideas?”
Una vez tú rompes ese muro te aseguro que no querrás volver atrás,
Dime el camino que el temor te ha hecho seguir y te diré que no lo sigas, porque al otro lado hay nuevos caminos para ti!.
3. Sueños cumplidos
Hay tantos sueños que se quedan a este lado del muro, el libro que nunca se escribió, la llamada que nunca se hizo, el negocio que nunca se comenzó, la idea que no se desarrolló, el amor que no se declaró, la carrera que nunca se estudió, el curso que nunca se inició, la familia que nunca se formó.
¿Cuáles son tus sueños?, ¿En dónde quieres que queden esos sueños, junto al muro que no te dejó creer que eran posibles?.
Yo había renunciado a varios sueños de mi vida, decía frases como:
· “ya para qué”
· “ya no lo hice cuando estaba más joven, ahora si que menos”
· “mi prioridad son mis hijos, no mis sueños”
· “no creo que valga la pena intentarlo”
· “mejor me quedo así, acá, en donde estoy”
Cuando tú triunfas sobre el temor que te hacía decir todo lo anterior, es cuando logras entender y ver con tus ojos que:
· Sí había un para qué?
· No importa tu edad para vivir por y en tus sueños
· Puedes ser y estar para tus hijos pero también para tus sueños
· Sí vale la pena intentarlo
· No era mejor quedarte así, ni allá en donde estabas
Derribar el muro del temor te lleva al otro lado, ese lado en donde florecen tus talentos, tus dones, tus capacidades, en donde sale el hombre o la mujer valiente que llevas por dentro, en donde tu visión se amplía y se aclara pues surgen nuevos caminos, y todo esto reunido solo es la muestra de un resultado:
TRIUNFASTE SOBRE EL TEMOR, CONQUISTASTE TUS MIEDOS
Y en ese momento es cuento entiendes de nuevo tu esencia, el cómo tu creador te formó sin espíritu de temor, es cuando te das cuenta de qué estas hecho y entonces amas lo que eres y cómo eres, entonces te das cuenta del profundo amor que Dios te tiene y con el que te ha acompañado todo este tiempo. Ese amor propio y ese perfecto amor de tu creador es el único capaz de sacar corriendo al temor, porque eso sí, ten la seguridad, que una vez derribas un muro, te haces más fuerte y podrás seguir rompiendo cuanto muro se atraviese en tu vida.
Dime qué sueños el temor te ha dicho que no cumplirás y te diré de quién te estarás riendo cuando los veas realidad!
Yo he derribado muchos muros, aún me faltan y me seguirán faltando, pero lo que sí tengo claro es que no me quiero perder todo lo que cada muro tiene al otro lado, porque eso sí, no podemos dejar de creer en todo lo que veremos cuando ese muro no este.
Solo quiero terminar invitándote a que no alimentes tu vida con temores, no hagas mas grandes esos muros, mejor, cree en ti, llénate de Fuerza, de Esperanza, de Fe. Sigue soñando, lánzate, no esperes a estar listo para hacerlo, rompe el muro del temor y déjate sorprender por lo que hay al otro lado del temor!.
Y no olvides que lo único que tenemos es el hoy!
Desde mi Alma hacia la tuya
Adry
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