“Hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora te he visto con mis propios ojos.”
Job 42:5 NTV
Toda mi vida escuché acerca de Dios, como les conté experimenté cómo salvó mi vida a mis 2 años cuando una avioneta cayó en nuestra casa, también crecí escuchando sobre un Dios que cuidaba de mí y que tenía todo bajo control. Me enseñaron a confiar y descansar en Él, a creer que sus planes son mejores que los míos y todo eso sonaba muy lindo; pero en realidad creo que nunca lo había podido ver con mis propios ojos, así como lo he podido ver y sentir desde hace 4 años cuando viví la Crisis más difícil de mi vida, sí, la crisis en donde al igual que Job pude ver al Dios del que tanto había oído.
Cuando estamos durante una crisis no es fácil ni posible ver muchas cosas, de hecho nos parece imposible pensar que en algún momento podamos llegar a agradecer por lo vivido, agradecer por el proceso y su aprendizajes. Pero la verdad, es que la mayoría de personas que yo conozco que han pasado por una crisis y por supuesto me incluyo, hemos terminado dando gracias por el camino, por el desierto, por la tormenta y esto pasa por una sencilla razón y es porque normalmente las personas cuando atravesamos una crisis, entendemos que no hubiéramos podido crecer lo que crecimos, aprender lo que aprendimos, identificar con quien contamos, conocer lo que no conocíamos de nosotros mismos y de los demás, si la crisis no hubiera llegado.
Job no fue la excepción, después de vivir todas las tragedias que llegaron a su vida, de haber deseado morirse, de clamarle a Dios por su ayuda y sentirse abandonado, finalmente en la etapa final de sus crisis, él concluye diciendo las palabras con las que comencé este post:
“Hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora te he visto con mis propios ojos.”
Job 42:5 NTV
¿Qué fue lo que pudo ver Job?, ¿Qué podrás ver tú durante una crisis?
Hoy les hablaré de la cuarta acción que Job hizo cuando su mundo se vino encima. Si has leído las otras publicaciones de esta serie sabrás que en primer lugar Job decidió LEVANTARSE del suelo, ponerse en pie, no quedarse caído; en segundo lugar el decide SENTIR sus pérdidas, su dolor, hacer su duelo; en tercer lugar Job decide POSTRARSE ante Dios en señal de rendición, en señal de reconocer que sus fuerzas humanas no eran suficientes para sobrepasar tanto dolor, y en cuarto lugar Job decide ADORAR A DIOS.
En lo personal, creo que esta es la acción que más me impacta de Job, porque las otras acciones me parece que van más acorde a lo que se experimenta durante una crisis, es decir, es normal que deseemos levantarnos de alguna manera, que nos desahoguemos y sintamos el dolor o la tristeza, es normal también que busquemos a Dios y caigamos de rodillas, pero…
¿Adorarlo cuando hemos perdido todo?, ¿Adorarlo cuando muere alguien a quien amamos?, ¿Adorarlo en medio de la enfermedad?, ¿Adorarlo cuando las fuentes de ingreso desaparecen?, ¿Adorarlo cuando una relación llega a su fin?, ¿Adorarlo cuando lo que hemos construido por años se desvanece?
En fin, adorar en medio de una crisis no es lo más común, sin embargo fue lo que Job hizo y al igual que las otras acciones, adorar también trajo consecuencias a su vida, consecuencias que hoy quiero contarte, porque así como es admirable la acción de adorar durante una crisis, debo decir que pude entender que sin duda alguna vale la pena hacerlo!.
Así que, cuando tu adoras a Dios durante una crisis podrás ver en tu vida:
1. CONFIANZA Y AGRADECIMIENTO
La acción de adorar va muy ligada con la acción o el significado de postrarnos, porque sencillamente cuando adoramos a Dios quien es el mismo frente al cual también nos postramos, lo hacemos con el fin de expresar que creemos tanto en Él y en lo que Él puede hacer, que por lo tanto confiamos en que la crisis terminará, confiamos en que lograremos atravesarla, confiamos en que resultados y aprendizajes increíbles saldrán de este proceso, confiamos en que sus planes para nosotros son de bien y en que nos espera un futuro bueno, confiamos en que su amor no nos dejará.
Yo sé que durante una crisis queremos encontrar culpables, hemos culpado a otros, a nosotros mismos y por supuesto a Dios, porque creemos que Él no hizo nada para evitar que pasara o no hizo algo para solucionarlo, esto es normal, es humano, así somos. Pero, esta es una de las mas grandes lecciones que me encanta que nos dejó Job, pues él a pesar de todo lo que pasó por su mente nunca culpó a Dios, por el contrario, cuando se postró lo hizo para adorar, enseñándonos que no solo debemos adorar a Dios cuando nos da, sino también cuando perdemos.
Qué fácil es decir “Gracias Dios mío” cuando compramos una casa o cuando obtenemos un grado, o cuando compramos nuestro primer carro, o cuando nacen nuestros hijos, o cuando nos casamos, o cuando comenzamos nuestra empresa, o cuando obtenemos el trabajo de nuestros sueños, o cuando nuestra salud esta perfecta; pero qué difícil es hacerlo cuando algo no sale bien, qué difícil es adorar a Dios y decir gracias por esta crisis. Sin embargo, es increíble lo que produce el adorar y vivir agradecido mientras vives un proceso de transformación, créeme que marca una gran diferencia en el camino, porque cuando tu adoras durante una crisis puedes entonces enfocarte en lo que estás ganando, en lo que sí tienes, en lo que estás aprendiendo, pero sobre todas las cosas puedes enfocarte en el Dios que va contigo, aquel que te demuestra que no vas solo y que hace que por lo tanto el temor se vaya, Él Dios que te levanta una y otra vez, y ahí entiendes como adorar te llena de confianza y de agradecimiento!.
2. PROSPERIDAD
Cuando nosotros decidimos levantar nuestra mirada a Dios, levantar nuestros brazos cansados y caídos para adorar, entonces, Dios brillará delante de nosotros en nuestro camino, es decir guiará nuestros pasos, alumbrará en la oscuridad más profunda y por lo tanto esto llevará a que prosperemos en todo lo que emprendamos, siempre y cuando esa luz vaya frente a nosotros.
He aquí la importancia de adorar no solo durante una crisis, sino también cuando termina, he aquí la importancia de quedarnos pegados a Dios de por vida y no solo tenerlo como ese Dios bombero que llamamos solo cuando tenemos un gran incendio, he aquí la importancia de aprender que nunca será lo mismo caminar sin poder ver nada adelante, a caminar siguiendo una gran luz que ilumine nuestro camino.
Job dijo: “Él descubre los misterios escondidos en la oscuridad; trae luz a la más profunda penumbra” Job 12:22
Es cierto que durante una crisis hay oscuridad, muchas veces escasez no solo material sino emocional y espiritual, pero si durante una crisis tu decides adorar vas a poder ver como todo empieza a florecer, a mejorar a prosperar.
Pero ¿Qué es prosperar?
Creo que casi todos cuando escuchamos esta palabra pensamos en alguien con mucho dinero y supuestamente “exitoso”, entonces automáticamente creemos que si alguien mejora de estatus social entonces prosperó aunque esto sea lo único que haya cambiado en su vida. Me gustó una corta definición que encontré sobre prosperar y fue esta:
“Prosperar: moverse hacia delante”
Me encantó esta definición porque los otros conceptos creo que nos hacen sentir frustrados pues nos han llevado a pensar que solo podemos afirmar que somos prósperos si tenemos dinero o títulos alcanzados; cuando la realidad es que prosperamos cada vez que avanzamos, que crecemos, que aprendemos, es decir, cada vez que no nos quedamos estáticos.
Job prosperó en medio de su crisis, yo te puedo decir que yo prosperé en medio de mi gran crisis y yo estoy segura que tu también lo estás haciendo.
No lo olvides, adora a Dios en medio de tu crisis y podrás ver una luz que brille delante de tu camino, para que puedas moverte hacia adelante o en otra palabra para que puedas prosperar!
3. RESTITUCIÓN
Job sintió a Dios muy lejos de él, le pedía justicia, le pedía una explicación, le pedía que hiciera algo a favor de él, le reclamaba el por qué a otros les iba bien y el por qué el tenía que estar viviendo esa gran crisis, (cualquier parecido con nosotros es pura coincidencia); cuando Job terminó de decirle todo lo que sentía a Dios, entonces Dios le respondió mostrándole todo lo que Él es y ha hecho, de modo que cuando Job reconoce que no es nadie para cuestionar a Dios pues a Dios nada se le ha escapado, entonces Dios lo bendice y le restituye todo lo que había perdido.
Así es como llega el final de la crisis de Job, fue un camino difícil, lleno de mucho dolor no solo emocional sino físico por su enfermedad, fue un desierto largo y bastante difícil, pero en medio de todo esto Job conoció y pudo ver al Dios del que tanto había oído y del que él mismo hablaba, al Dios que nunca dejó de adorar.
Cada acción que Job hizo durante su crisis fue fundamental y Dios estuvo mirándolo todo el tiempo, por eso la consecuencia final en la vida de Job fue la restitución, es decir, el restablecimiento o la recuperación del estado que antes tenía una cosa o en este caso una persona.
Sí, quiero contarles que Dios se encargó de que cada cosa que Job había perdido la recuperara. Dios restituyó su salud y por si fuera poco le dio el doble de lo que antes tenía.
Así fue como llegó el fin de la crisis de Job, terminó rodeado de sus hermanos, hermanas y amigos anteriores, todos ellos lo alentaron, lo consolaron y festejaron con él, todos ellos le regalaron dinero y joyas; el numero de sus animales se duplicó, tuvo 7 hijos y 3 hijas más, siendo sus hijas las mujeres más hermosas, finalmente vivió una vida larga y plena en la cual pudo ver a cuatro generaciones dejándoles una gran herencia.
Si todo esto no es restitución, no sabría que más podría serlo…
He aquí una vez más la muestra del efecto que causan nuestras decisiones y acciones en nuestra vida, en nuestras crisis. Cada decisión tiene una consecuencia, cada acción tiene un resultado, cada causa un efecto, por todo lo anterior es que durante esta serie te he querido invitar una y otra vez a que analices muy bien tus acciones y tus decisiones, porque de estas dependerán los resultados que veas durante la crisis y durante tu vida.
Yo he podido experimentar en mi propia vida cada consecuencia, he podido ver y sentir cómo vale la pena adorar a Dios para poder llenarme de confianza y agradecimiento, he podido ver como cada una de las áreas de mi vida han prosperado y por si fuera poco he podido ver como poco a poco Él ha ido restituyendo lo que un día perdí.
Yo hoy solo puedo hablarte de lo que he experimentado en mi propia carne, en mis emociones, sentimientos y pensamientos, yo hoy solo puedo decirte que un día me encontré en la entrada de una crisis, en donde sentí que mi mundo se había terminado; pero decidí levantarme, sentir mi dolor y pasar mis duelos, decidí postrarme ante el que había oído que era más grande que yo y decidí postrarme para rendirle mi vida desde ese entonces y para siempre, y qué te puedo decir…
Solo puedo decirte una vez más que agradezco a Dios por la crisis que llegó a mi vida, porque si no la hubiera vivido nunca hubiera podido verle como ahora lo veo, porque lo que antes me preocupaba hoy ya no me preocupa, porque aunque un día la sonrisa se borró de mi rostro, hoy puedo decirte con toda seguridad y con todo mi corazón que si tú levantas tu mirada, postras tu corazón y adoras al Dios del que quizás has oído, podrás verlo con tus propios ojos y podrás decir junto a mi que:
¡Sí es posible volver a sonreír!
Desde mi Alma hacia la Tuya
Adry
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