“Cuando tus rodillas toquen el suelo, tu corazón tocará el cielo”
Hemos decidido no quedarnos caídos y LEVANTARNOS; hemos sido libres rasgando nuestros corazones para expresar nuestro dolor, nuestras pérdidas y frustraciones, permitiéndonos SENTIR. Hemos visto nuestra realidad de frente y aunque sentir nos ha traído alivio, ha llegado el momento de enfrentar lo sucedido, pero en definitiva, no es fácil, porque no hay muchas fuerzas, porque no sabemos a dónde ir, porque no sabemos cómo se hace, así que, por todo lo anterior, es tiempo de reconocer que solos no podemos.
Bienvenidos a la tercera parte de esta serie: “Durante La Crisis”, una vez más aprenderemos de nuestro personaje de inspiración, Job, aquel hombre que tuvo que enfrentar todas las más duras situaciones en un mismo momento, teniendo la crisis más grande de su vida, mediante la cual, nos dejó un gran ejemplo a seguir y muchas enseñanzas por aprender.
Hoy hablaré de la tercera acción que Job hizo cuando su mundo se derrumbó, cuando su vida dio un giro de 180 grados, cuando la gran tormenta llegó para destruirlo, cuando se dio cuenta que lo había perdido todo literalmente, cuando entendió que no sabría cómo recuperarse de esa crisis, cuando vio que solo había algo por hacer y sencillamente…se postró en tierra.
¿Pero cómo así? si ya se había levantado! Exactamente, el se levantó pues decidió que no se quedaría en el suelo para morir, pero en esta ocasión era necesario volver a tocar el suelo, no para quedarse allí, sino para hacer el acto más grande que cualquier humano puede hacer cuando reconoce sus derrotas, su impotencia, sus debilidades, su falta de fuerzas, su falta de esperanza, su frustración y tristeza, su inhabilidad por poder continuar; un acto que implica doblegar nuestro orgullo, un acto de humildad, pero sobre todo, un acto que resume todo lo anterior en una suplica que grita:
¡No puedo más solo, te necesito!
Esta frase es la que expresa nuestro cuerpo cuando caemos de rodillas y nos postramos, y es que precisamente cuando una persona se postra, lo hace en señal de plena sumisión a la voluntad del que es más grande que el. Por esta razón creo que Job lo hizo, porque aunque el era un hombre poderoso, sabio y demás, cuando una crisis llega a nuestras vidas necesitamos acudir a quien es más grande que nosotros, que nuestros problemas, que nuestras tragedias, por lo tanto, una vez más comprobamos que Job no fue una excepción humana, por eso supo exactamente ante quién debía postrarse y para qué hacerlo.
Yo hoy puedo decirles que en muchos momentos de mi vida también he decidido volver al suelo, doblando mis rodillas, postrada, con mi cabeza pegada al piso y como dice la frase con la que inicie, puede decir que literalmente, una y otra vez ,en cada oportunidad que mis rodillas han tocado el piso, mi corazón ha tocado el cielo, muy seguramente por ésta razón es que hay una frase que dice que:
“Las mejores batallas se ganan de rodillas”
Yo no sé hoy cuál sea tu batalla, pero sí puedo hablarte de esta acción que te dará grandes victorias, quiero hablarte de esta acción que así como en la vida de Job, trajo consecuencias. Yo también he podido ver y experimentar esas consecuencias en mi vida, así que, si hoy estás viviendo un momento en donde sientes que en tus fuerzas no puedes más, que necesitas una mano de ayuda y de alguien quien pelee por ti; hoy quiero invitarte a que puedas postrarte y quiero contarte lo que encontrarás cuando estés de rodillas, cuando tu corazón toque el cielo, cuando te puedas presentar en completa sumisión a la voluntad del que es más grande que tú.
Acompáñame y postrémonos juntos porque cuando estamos de rodillas encontramos:
1. Paz y Bienestar
“Sométete a Dios y tendrás paz, entonces te irá bien”… Job 22:21
Si tener paz en la vida es importante y maravilloso, créeme que tener paz durante una crisis te salvará la vida. Te salvará la vida porque durante la crisis necesitamos actuar, pensar, decidir por la actitud que tendremos, crear, etc., y las preguntas que vienen son:
¿Cómo podríamos hacer todo esto si no tenemos paz?, ¿Si lo que estamos viviendo nos atormenta, si nos sentimos llenos de temor, angustia, soledad e incertidumbre?, ¿Si nosotros no podemos más en nuestras fuerzas?
Entonces, es cuando nos postramos que llegan las respuestas, porque cuando nos postramos lo hacemos en señal de rendición, lo hacemos simbolizando que nos queremos someter a quién conoce lo que es mejor para nosotros, es como lo que hacen los niños con sus padres, ellos pueden estar tranquilos y encontrar paz porque saben que están sujetos a la voluntad de esos padres que los aman y que siempre desearán y buscarán lo mejor para sus vidas.
Por eso, es que ahí, cuando nos postramos, sucede la “magia” de poder sentir una paz que solo Dios puede dar, porque sencillamente Él nos dice:
“Tranquilo, yo me encargo”
y es que automáticamente todas las cargas que llevas a tus espaldas, caen al suelo en el momento en que te postras y las dejas allí, porque no las quieres levantar de nuevo, porque es un peso demasiado alto que no puedes soportar, porque por primera vez experimentas descanso al no llevarlas, porque por fin encontrarás la paz.
Retomando de nuevo el verso: “Sométete a Dios y tendrás paz, entonces te irá bien”
Es más que claro que cuando tú recibes esa paz, viene la claridad sobre tu mente, viene el descanso sobre tu cuerpo, viene la energía que llevar las cargas te quitaba y es ahí cuando puedes entonces comenzar a renacer, a reinventarte, a generar nuevas ideas, es ahí cuando entonces te irá bien!
Cuando tú decides postrarte ante Dios en medio de tu crisis, no quiere decir que te quedarás ahí postrado esperando que logres recuperar todo lo perdido de un momento a otro como parte de un milagro; te digo esto porque muchas veces eso es lo que esperamos que pase, creemos que si nos postramos todos los días, prendemos velas, hacemos penitencias y sacrificios entonces pasará un milagro, pero no es así, en realidad, cuando tu decides postrarte ante Dios en medio de tu crisis, quiere decir que decides someterte a Dios y que descansas en Él, por lo tanto, encuentras paz, pero no paz para quedarte quieto o inmóvil, sino paz para que tú puedas empezar a moverte, a pensar, a crear, a surgir, a recuperarte, y entonces así es como tu proceso se va convirtiendo en el milagro!.
2. Restauración
“Si te vuelves al Todopoderoso, serás restaurado” Job 22:23
Cuando nos postramos ante Dios, literalmente estamos volviendo nuestra mirada, nuestro cuerpo y nuestra vida entera hacia Él. Postrarse ante alguien es una de las acciones que muestra más vulnerabilidad, porque quedamos completamente indefensos, es más rendidos, es más a su disposición, es como si dijéramos:
“Haz conmigo lo que tengas que hacer”
pero lo más hermoso de que sea ante Dios frente al que nos postramos, es que aparte de darnos paz Él promete restaurarnos, es decir, Él sabe que llegamos rotos, que no estamos funcionando bien, que necesitamos ser reparados, renovados, restablecidos.
Ser restaurados por Dios es la otra parte del milagro, ¿te puedes imaginar?, ¿Estar atravesando por una crisis y poder encontrar un lugar en donde encuentras paz y al mismo tiempo te van sanando tus heridas?
Yo no sé si tú has creído que buscar a Dios en medio de una crisis es pretender que baje un ángel a arreglarte la vida o a quitarte el dolor, porque si eso es lo que has creído, quizás por esa razón es que te has podido decepcionar una y otra vez. Hoy yo quiero que sepas que buscar a Dios en medio de una crisis es experimentar lo que te estoy escribiendo, pero para poder experimentarlo tú debes hacerlo, tú debes decidirlo y tú debes actuar. Fíjate que la consecuencia está como efecto de una acción que va primero, es decir, tú te sometes y entonces encuentras paz y te va bien, después tú vuelves tu mirada a quien reconoces como el que todo lo puede, y entonces te dispones a sanarte, a mirar tus heridas y dolores, y cuando estás siendo restaurado, es cuando puedes sentir que el dolor puede irse, que el proceso ha dolido, pero que al mismo tiempo has sentido unas manos limpiando tus heridas y entonces, ves el milagro hacerse realidad.
En otras palabras, en medio de una crisis, tú has tu parte que Dios se encarga del resto, tú llévale tus pedazos que Él se encarga de reconstruirte y restaurarte y así es como poco a poco, decisión tras decisión, acción tras acción, vamos convirtiendo una crisis en una oportunidad para no salir iguales, para ser renovados y levantarnos más fuertes que nunca.
3. Esperanza
“Dios podría matarme, pero es mi única esperanza; voy a presentar mi caso ante él” Job 13:15
Es muy común que sea durante una crisis cuando buscamos a Dios, algunas veces para reclamarle, otras para implorarle por un milagro, otras como el último recurso y otras como la única fuente en donde creemos poder encontrar esperanza.
Job reconoció, tal vez como muchos de nosotros también lo hemos hecho en muchos momentos, que es inútil buscar esperanza en fuerzas humanas, que si estamos pasando por una crisis y aún estamos con vida, es porque hay un propósito más allá de esta crisis, por estas razones es que Job decide postrarse y presentar su caso ante Dios, porque una vez más reconoce su poder y por sobre todas las cosas, reconoce que DIOS ES SU ÚNICA ESPERANZA y eso marca una gran diferencia durante una crisis.
Cuando nos postramos delante de Dios y nos aferramos a él como nuestra única esperanza, no quiere decir que al poco tiempo todo terminará, No; postrarnos delante de Dios significa que en medio de la oscuridad más densa decidimos confiar y creer en que habrá un futuro mejor, en que Dios tiene planes para nuestra vida, en que habrán cambios y nos podremos adaptar, en que una vez más Él tiene el control de todo y eso nos llena de Esperanza!.
Durante una Crisis es muy importante tener esperanza, porque de esa manera valdrá la pena recuperarnos, levantarnos, sanarnos, restaurarnos y seguir adelante. Quizás no podremos saber la fecha de caducidad de nuestras crisis, pero cuando hay esperanza simplemente sabes y crees con todo tu corazón que esa crisis también terminará y que el sol nuevamente, tarde o temprano saldrá de nuevo en tu vida.
Así que si hoy lo deseas, póstrate delante de la única fuente de esperanza y una vez la halles por favor nunca la sueltes!
Solo quiero terminar contándote que en mi vida he podido ver cómo una y otra vez mis batallas las gano de rodillas, porque por lo general cuando quizás he creído que puedo sola, o cuando he pensado que hacer las cosas a mi manera será mejor, o cuando he sentido que Dios me dejó y me pongo brava con Él, siempre termino rendida a sus pies, reconociendo que todo es más fácil si Él va delante de mí, o mucho mejor si voy yo entre sus brazos; porque sin lugar a duda, es en esos momentos cuando mis fuerzas se renuevan, cuando encuentro paz, restauración y esperanza!.
Job tuvo momentos muy difíciles, yo he tenido momentos muy dolorosos, a lo mejor tú estás atravesando por un tiempo muy difícil en tu vida y no sé que tantas decisiones o acciones hayas tomado en este tiempo, pero hoy quiero invitarte a que puedas renunciar a tener el control de tu vida, a querer manejarlo todo y entender que cuando las cosas se salen de su rumbo y llega una crisis, no hay mejor decisión que postrarnos ante el que tiene el control de todo.
Mis rodillas un día tocaron el suelo, de mi boca salieron mis más grandes clamores, mis ojos no pararon de llorar, mi cuerpo no quería levantarse, pero ese día mi corazón toco el cielo.
Hoy anhelo que tus rodillas toquen el suelo, hoy anhelo que tus cargas se caigan cuando lo hagas y encuentres descanso, hoy anhelo que tus heridas puedan ser restauradas, hoy anhelo que te aferres a la esperanza de vivir y de un gran futuro, hoy anhelo con todas las fuerzas de mi ser que tu corazón toque el cielo!.
Y si quieres que todo esto pase…Póstrate!
Desde mi Alma hacia la Tuya
Adry
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