Definitivamente para poder levantarnos tenemos que haber caído primero, no sé en qué área de tu vida sientas que estás en el suelo; no sé cuál área de tu vida se ha visto afectada en estos tiempos; no sé si sientes que toda tu vida está caída, pero lo que sí sé es que no podemos quedarnos en el suelo y por eso espero que a lo largo de esta serie podamos juntos levantarnos.
A mí me encanta aprender de las historias, por eso para esta nueva serie llamada “Durante la Crisis”, decidí escoger una historia muy famosa de alguien que se podría decir que vivió todas las desgracias o quizás los dolores y pérdidas más profundas que un ser puede experimentar. Fue muy interesante y enriquecedor profundizar en su historia, por esta razón, es que decidí escribir esta serie, pues anhelo con mi corazón poder compartir con ustedes todo lo aprendido del personaje de nuestra historia que es: Job.
Les contaré brevemente cómo comienza la historia de Job. El era un hombre considerado muy próspero en todos los aspectos de su vida (económico, familiar, espiritual, social, etc.), era considerado un hombre intachable, íntegro, sabio y muy cercano a Dios; el vivía tranquilo y feliz, pero un día, sí en un día TODO CAMBIÓ. De repente uno tras otro fueron llegando diferentes mensajeros a darle lo que serían las peores noticias de su vida. El primero le informó que todos sus bueyes y burros habían sido robados y que a los sirvientes que cuidaban de ellos los habían matado; en seguida llegó un segundo mensajero a contarle que todas sus ovejas y pastores habían muerto; el tercero le informa que unas bandas de ladrones robaron todos sus camellos y mataron a sus otros sirvientes; el cuarto mensajero le da la noticia de que todos sus hijos, quienes estaban reunidos celebrando algo en casa del hijo mayor, habían fallecido.
Es increíble como le cambió la vida a Job en un día, sin embargo, con lo vivido en este año 2020 para nadie es un secreto ahora, que evidentemente la vida nos puede cambiar en un instante, que nunca pensamos que el mundo entero se paralizaría, que las industrias dejarían de producir, que no pudiéramos salir, que muchas personas pudieran morir, que hubiera un riesgo de muerte amenazando al otro lado de las puertas, que millones de personas hayan perdido sus empleos, que escasee el alimento y las fuentes de ingreso, en otras palabras, que llegaran las peores noticias a muchas vidas; noticias que hoy ya se ven como una gran crisis mundial en muchos aspectos, crisis que sin duda alguna nos ha llevado a hacernos la siguiente pregunta:
¿Qué vamos a hacer?
En esta serie no te voy a hablar sobre cómo superar una crisis. Ya hice una serie completa sobre este tema y puedes leerla en mi blog; en esta serie te voy a hablar de 4 acciones que Job realizó en el momento justo cuando recibió la noticia de todas las tragedias que habían llegado a su vida. Yo sé que estamos siendo bombardeados con los mensajes diarios que nos invitan a reinventarnos, a generar nuevas ideas, a crear, a sacar lo mejor de este momento, etc., y todo esto me parece genial, pero en medio de todo, me parece bastante abrumador y exigente para una persona que está viviendo un momento difícil, un momento de estar caído en el suelo, un momento de no ver esperanza, un momento de dolor, un momento de pérdidas materiales y emocionales, un momento de crisis.
¿Podremos reinventarnos después o durante esta crisis?, ¿Transformaré esta crisis que hoy amenaza mi vida en una oportunidad?
Es posible que así sea, es más, anhelo que así sea en la vida de cada persona y precisamente por esa razón, es que quiero que aprendamos de lo que hizo Job, de modo que sin más preámbulos comenzaré por contarles textualmente lo que el hizo justo en el momento de enterarse de todo lo que había acontecido, dice así:
“Job se levantó y rasgó su vestido en señal de dolor; después se rasuró la cabeza y se postró en el suelo para adorar” Job 1: 20
La primera acción que hace Job y la cual da el nombre a esta primera parte de la serie fue: LEVANTARSE , creo que no era para menos que este hombre estuviera literalmente en el suelo y aunque sin duda alguna quizás ese día fue de los días más oscuros y dolorosos de su vida él toma una decisión y se levanta.
Yo no sé qué te tenga hoy a ti en el suelo, no sé cuánto dolor haya en tu corazón, no sé si sientes que no tienes esperanza, no sé cuántas perdidas estés experimentando, pero hay algo que sí sé y es que hoy puedes tomar la decisión de levantarte así como Job lo hizo a pesar de su gran dolor.
Es muy importante que tengamos claro que el hecho de que haya una crisis mundial no significa que nuestra vida deba estar en crisis, es más por eso quiero hablar un poco sobre lo que es una crisis.
“Cuando hablamos de crisis nos referimos a un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por: 1) la incapacidad del individuo o la familia para resolver problemas usando los métodos y las estrategias acostumbradas y 2) el potencial para generar resultados radicalmente positivos o radicalmente negativos”
En mis palabras, nosotros entramos o tenemos una crisis cuando lo que estamos viviendo lo vemos mucho más grande que nosotros y por lo tanto, nos damos cuenta que los recursos que tenemos en nuestro interior y a nuestro alrededor no son suficientes para superar la situación, por lo tanto, las crisis son procesos individuales, es decir ahorita pueden haber muchas personas sin empleo, pero eso no quiere decir que todas tendrán una crisis, o también hay muchas familias sufriendo enfermedad o pérdida de seres queridos, pero esto no quiere decir que todas estas familias necesariamente vivirán una crisis, pues todo depende de los recursos que cada persona y familia tienen para enfrentar cada situación.
Una vez dicho lo anterior, esa es una de las razones por las que la historia de Job me cautivó y me motivó a escribir esta serie, porque cuando comencé a leerla me pregunté: ¿Qué hizo el para sobrellevar tanto dolor?, ¿Cómo hizo para superar esa gran crisis de su vida al perderlo todo en especial a todos sus hijos?, ¿Qué recursos usó él?, ¿A quién acudió en busca de ayuda?
Créeme que Job no había tenido lo que tenía porque sí, ni por un golpe de suerte, Job sabía como actuar, pero sobre todo sabía de dónde había venido todo cuanto el tenía no solo material sino en todos los aspectos, la prosperidad de Job venía de su sabiduría y su sabiduría venía de quien solo la puede dar: Dios, que por supuesto, tiene un papel fundamental en esta historia el cual estaremos viendo en el transcurso de la serie.
El tiempo es oro en tiempos de crisis y hoy debo decir que aunque yo siempre recomiendo tomarse el tiempo necesario para cada proceso, hay momentos en donde el tiempo apremia, como cuando tienes una enfermedad terminal, como cuando tienes que hacer algo para poder comer, como cuando debes pelear por no perder lo poco que te queda, como cuando tu vida o la vida de alguien más está en peligro. Estos son momentos en donde no hay tiempo para quedarnos en el suelo llorando o lamentando, sino que por el contrario, son tiempos para tomar las fuerzas de donde no las tenemos, respirar profundo y tomar la decisión de levantarnos.
No está mal que busquemos reinventarnos, por supuesto que no, no está mal que queramos surgir con nuevas ideas, no está mal que soñemos con un futuro esperanzador, es más, todo esto es maravilloso, pero créeme, quedándonos caídos en el suelo es muy difícil que esto suceda, necesitamos levantarnos.
Job un día lo perdió todo, perdió a todos sus hijos y como si esto no fuera suficiente, al poco tiempo se enfermó con Lepra en todo su cuerpo, es decir, si de pronto le faltaba un dolor físico, ese dolor también llegó, pero aún con todo esto, él se levantó y estoy segura que hoy tú y yo también podemos hacerlo.
No se que hayas perdido en este tiempo, no se cual fue la situación que te tumbó al suelo, sé que durante estos últimos meses hemos tenido muchos aprendizajes, hemos visto que el afán que teníamos día a día por trabajar, conseguir, obtener, lograr, realizar, etc., en un momento se puede pausar, se puede apagar y nos damos cuenta que cuando esto pasa, solo quedamos nosotros mismos y las personas más cercanas a nuestra vida. Todo esto nos ha llevado a pensar que tal vez en donde más y en quienes más deberíamos invertir tiempo era en quienes menos lo hacíamos; todo esto nos ha llevado a pensar que tal vez no estamos tan bien preparados para la escasez, o para las pruebas, todo esto nos ha llevado a pensar que quizás hoy nos sintamos caídos en algunas áreas y que seguramente queremos levantarnos, pero estoy segura que no queremos levantarnos igual, que no queremos levantarnos a seguir haciendo lo mismo. Sin duda alguna, todo esta situación nos ha llevado a reevaluar nuestras prioridades, nuestras necesidades, nuestras debilidades y fortalezas y sobre todo nos ha llevado a ver una verdad que Job también vio en su momento mas difícil ante la impotencia de no poder hacer ni cambiar nada, y esa verdad es que:
“Nada hemos traído a este mundo, y nada nos vamos a llevar”
Cuando el peligro de muerte amenaza a nuestra vidas, cuando hay una tragedia natural, cuando una pandemia invade el mundo y entendemos que ninguno de estos sabe de clases sociales, ni de millones en una cuenta, es cuando podemos concluir que todos somos iguales, que somos simples mortales en medio de un sistema que nos nubla y no nos deja ver muchas realidades; realidades que hoy han salido a la luz en cada vida, en cada casa, en cada familia, y por esas realidades, tanto buenas como malas, es que primero, no podemos quedarnos caídos en el suelo y segundo, no podemos levantarnos a lo mismo, a seguir viviendo igual.
Es tiempo de levantarnos, aún en medio del dolor, aún en medio de la incertidumbre y del temor, aún en medio de la tragedia Job no se quedó ahí, tampoco se fue desesperado a ver como reiniciaba sus negocios y su vida, por el momento se levantó.
Por último quiero resaltar otras palabras que Job pronuncia en ese momento tan difícil como el que quizás tú hoy estás pasando, en donde quisieras devolver el tiempo y que nada hubiera pasado, en donde quisieras recuperar lo que perdiste, tu vida, tu normal, tu empleo, tu matrimonio, tu salud, un ser que se fue, en fin. Job era consciente que todo cuanto el tenía venía de parte de Dios y por esa razón dice lo siguiente:
“!Bendigo a Dios cuando da!
¡Bendigo a Dios cuando quita!”
Qué difícil bendecir por nuestras pérdidas, pero nadie dijo que en esta vida solo recibiríamos sin perder nada, a mí estas palabras me impresionaron mucho pero llevo aprendiéndolas por muchos años. Mis padres en especial han sido maestros de estas afirmaciones en mi vida cuando las tragedias han golpeado nuestra familia.
En el año 1985 cuando yo tenía dos años de edad, una avioneta cayó sobre nuestra casa, allí estábamos mi abuela materna, mi hermano mayor, mi hermana adoptiva y yo. Nuestro día iba como un día común y corriente, pero en segundos todo cambió, una explosión nos estremeció, mi hermana adoptiva se puso sobre mi recibiendo toda la gasolina de la avioneta quedando ella en llamas, milagrosamente pudimos salir (algún día les contaré toda la historia); lo perdimos todo, quedamos en pijama y sin ni siquiera un par de zapatos. Mi hermana adoptiva falleció a los 15 días después del accidente y aunque yo era pequeña tengo muchos recuerdos, pero de las cosas que más recuerdo cada vez que ellos contaban la historia y cada vez que otro acontecimiento pasaba, es que ellos siempre decían las mismas palabras de Job…
“!Bendigo a Dios cuando da!
¡Bendigo a Dios cuando quita!”
Sé que no es fácil, ahora que no soy una niña y que he tenido que vivir las pérdidas como adulta sé que cuesta hacerlo, pero también sé que encuentro descanso cuando lo he hecho, porque sencillamente confío y me da tranquilidad saber que Dios tiene todo bajo control, que para Él nada es una sorpresa y ante todo, que los planes de Él siempre serán mejores que los nuestros.
Hoy te animo a que puedas levantarte, a que recuerdes que todas las circunstancias, pruebas, tragedias y crisis son temporales, por lo tanto, no nos vamos a quedar caídos.
Levántate!... levántate! … todo se puede ver mejor desde arriba!
Desde mi Alma hacia la Tuya
Adry
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